Tras 22 años de precios de la materia prima y en góndolas regulados, el sector yerbatero se manejará por oferta y demanda
Este lunes es un día clave para el sector de la yerba mate. Mientras comienza oficialmente la cosecha gruesa de la hoja verde, también empieza la desregulación de precios tras 22 años. Hasta el momento era el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) quien fijaba los valores.
Está desregulación no se limita solo a la materia prima, sino que también impacta en la presión sobre las industrias para abastecer las góndolas con yerba a precios accesibles. Durante años, las empresas tuvieron que ofrecer productos a precios controlados por el gobierno.
A partir de ahora, unos 12.000 pequeños productores deberán decidir si aceptan el precio que les ofrecen o prefieren no cortar hoja verde y esperar a que mejoren los valores.
Actualmente se paga 370 pesos el kilo de hoja verde y los productores demandan 500 pesos. Mientras tanto, los argentinos aguardan expectantes porque el movimiento impactará directamente en el costo de su infusión preferida.
El DNU DE MILEI:
El megadecreto del presidente Javier Milei le quitó al INYM la potestad para fijar precios. Si bien el DNU fue rechazado en el Senado y aguarda su tratamiento en Diputados, en la actividad decidieron no solicitar un laudo por los valores a la Secretaría de Agricultura, cosa que ocurría antes.
Esta semana se conocieron los volúmenes de hoja verde entregados en enero y febrero durante la llamada cosecha de verano, que explica el 10% de la cosecha anual, y los números demuestran que, a pesar de los reclamos, los productores están dispuestos a entregar materia prima por los actuales valores.
La producción de hoja verde en los primeros dos meses del año alcanzó el máximo nivel en cuatro años, con 55 millones de kilos. Puntualmente en el mes de febrero la producción fue de 33,8 millones de kilos de hoja verde, con un incremento de casi 145% respecto al año anterior, informó el INYM.
QUE DICE EL INSTITUTO DE LA YERBA MATE:
Desde el INYM, el sector que defiende la regulación anticipa que este tipo de mercado, con muchos vendedores y pocos compradores, terminará perjudicando al pequeño productor.La explicación es que el precio de la hoja verde se vincula al volumen de los stocks de yerba canchada que guardan las industrias.
Es así que, si las reservas están altas, el precio baja porque nadie necesita comprar con urgencia la hoja verde, secarla y ponerla a estacionar.Por otra parte, la desregulación le saca presión a las industrias en la necesidad de abastecer las góndolas con yerba barata.
Desde comienzos de la década pasada, las industrias fueron obligadas por los distintos gobiernos nacionales a abastecer el mercado con productos accesibles.