China es una de las naciones que más contribuyó al avance de la inteligencia artificial en el mundo tecnológico. Las inversiones vienen siendo millonarias desde hace muchos años y el resultado era increíble, hasta la llegada de ChatGPT.
Esta tecnología que explotó en los últimos meses de la mano de OpenAI, una compañía estadounidense, no fue un golpe fácil de digerir para China que, de hecho, bloqueó el servicio en su territorio.
- Contexto. Pero eso no significa que no haya compañías que estén intentando lanzar productos propios que puedan competir con el algoritmo del momento. El primer caso, fallido por haber sido presentado antes de tiempo, llegó de la mano de Baidu, una compañía que es el equivalente a Google en Oriente. Si bien se lanzó en fase beta para poder empezar a competir de a poco, el resultado fue pobre y las miradas rápidamente dejaron de apuntar a la compañía.
- La novedad. SenseTime es una empresa que se especializa en inteligencia artificial y hace días lanzó SenseChat, un algoritmo que quiere desbancar a ChatGPT. Pero hay una diferencia y la explica perfectamente Xu Li, cofundador y CEO de SenseTime: «En China, los bots de IA se desarrollarán inicialmente en el territorio B2B [de empresa a empresa] antes de que las personas comenzaran a usarlos”. El motivo es claro: “Necesitamos mejorar nuestras capacidades tecnológicas y afinar los servicios para comercializar mejor la IA”.
- SenseChat es para SenseTime lo que ChatGPT a OpenAI, el algoritmo conversacional que se encargará de procesar una cantidad inmensa de información para, en lenguaje natural, poder justamente chatear con sus usuarios.
- Futuro. Está claro que desde China darán con un chatbot que pueda competir con ChatGPT. El problema es que, como sabemos, quien llega primero en el mundo tecnológico logra sacar una distancia demasiado grande con los segundos y los terceros. Y ese es el gran beneficio que tienen desde OpenAI. Lograron dar con el descubrimiento meses antes que el resto y eso les generó un valor prácticamente incalculable. No por nada Microsoft invirtió u$s 10.000 millones en la compañía.