Pablo, heredero del talento musical de Tomasito, cautivó a turistas y locales en el Parque Nacional Iguazú con las melodías de su arpa. Al ritmo de la tradicional «Posadeña Linda», el joven músico creó un ambiente mágico en medio de las maravillas naturales.
En un marco incomparable, las Cataratas de Iguazú se convirtieron en el escenario perfecto para un concierto improvisado. Pablo, con su arpa en mano, interpretó clásicos de la música misionera, transportando a quienes lo escuchaban a los rincones más auténticos de la región.
La melodiosa «Posadeña Linda» resonó entre la exuberante vegetación, creando una atmósfera única que combinó la fuerza de la naturaleza con la dulzura de la música.
En diálogo con CVI Canal 5, Pablo expresó su emoción por compartir su música en un lugar tan especial. «Es un honor poder tocar en el Parque Nacional Iguazú y mostrarles al mundo la riqueza musical de nuestra tierra», afirmó.