La política argentina atraviesa un momento de fuerte polarización, no solo en lo ideológico, sino también en lo emocional. Este fenómeno, conocido como polarización afectiva, se manifiesta en el crecimiento de sentimientos negativos hacia quienes piensan distinto, transformando el debate público en un campo de enfrentamiento personal antes que de ideas.
El término, ampliamente estudiado por la ciencia política, describe una tendencia en la que la diferencia política se convierte en desconfianza y desprecio hacia el otro. En este contexto, la política deja de ser un espacio de discusión racional y pasa a ser vivida como una batalla moral, en la que el adversario se percibe como enemigo.
El politólogo Mario Riorda sostiene que las campañas electorales han perdido su esencia: ya no se debaten proyectos, sino emociones. Los discursos se simplifican y la lógica del “nosotros contra ellos” se impone en todos los ámbitos, alimentada además por las redes sociales, que funcionan como espacios de refuerzo emocional más que de intercambio de ideas.
CAMPAÑAS NEGATIVAS Y EMOCIONES ELECTORALES
El informe de Monitor Digital sobre las elecciones legislativas recientes reveló que el 81% de la conversación digital tuvo un tono negativo. Este dato refleja un electorado desgastado, atravesado por la bronca, la desconfianza y la frustración hacia la dirigencia.
En este clima, las campañas políticas se vuelven plebiscitos emocionales: las decisiones ya no se orientan por propuestas concretas, sino por sentimientos como el enojo o el miedo.
La nacionalización de la elección en Misiones
En Misiones, el resultado electoral no fue ajeno a esa lógica. Según Marchiori, el voto se nacionalizó: muchos misioneros eligieron acompañar al proyecto del presidente Javier Milei como forma de expresar su acuerdo con el rumbo económico nacional, incluso frente a las dificultades actuales.
Sin embargo, el desafío ahora será convertir ese respaldo en gestión y resultados concretos. El electorado, que votó con el corazón y la esperanza, espera respuestas tangibles.
UNA MIRADA HACIA ADELANTE
A nivel provincial, la Renovación mantiene su vigencia como fuerza que interpreta las necesidades locales, mientras que la irrupción de Libertad Avanza introduce una nueva dinámica política que redefine la representación misionera en el Congreso Nacional.
Como concluye Marchiori, “se trata de la defensa de los intereses de los misioneros ante la Nación”.
El próximo tiempo mostrará si ese nuevo equilibrio político logra transformar la emoción del voto en políticas que mejoren la vida cotidiana de los ciudadanos.
Fuente: Nicolás Marchiori
