Entre recuerdos y emociones, Rocío Mereles y Elena Mereles reviven la figura de Evaristo Barroso, un verdadero pionero del tradicional juego de las bolitas en Iguazú. Aunque ya no está físicamente, su legado sigue vivo en cada niño que lanza una bolita con ilusión y en cada torneo que revive la magia de aquellos años.
Oriundo de Mendoza, Evaristo comenzó su pasión en su provincia natal, llevándola luego a Santa Fe, hasta finalmente echar raíces en Misiones. “Donde él estaba, había campeonatos de bolitas”, recordó con cariño su esposa Elena, visiblemente emocionada al rememorar esas épocas doradas.
Fue en los años 2004 cuando los torneos organizados por Barroso reunían a decenas de participantes, convirtiéndose en verdaderas fiestas del barrio. Además, fue uno de los primeros en implementar el reglamento oficial del Campeonato Argentino de Bolitas en la ciudad, sentando las bases para una práctica seria y organizada de este juego ancestral.
Su pasión traspasó generaciones y su esfuerzo dejó una huella imborrable en la comunidad. Hoy, su nombre resuena con respeto y gratitud, y su espíritu lúdico sigue vivo en cada rincón donde una bolita rueda con alegría.
Entrevista con: Rocio Mereles y Elena Mereles (Familiares)