En una decisión clave para la economía del conocimiento y los freelancers argentinos, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) resolvió eliminar el tope de USD 36.000 anuales que regía sobre la libre disponibilidad de divisas percibidas por exportación de servicios. Desde ahora, las personas físicas que trabajen para empresas extranjeras podrán cobrar la totalidad de sus honorarios en dólares y disponerlos en cuentas locales, sin obligación de liquidarlos en pesos en el mercado oficial.
La medida, complementada con la prohibición a los bancos de cobrar comisiones por la acreditación de divisas del exterior, busca simplificar el sistema financiero, atraer divisas al circuito formal y brindar certidumbre a un sector estratégico que factura miles de millones de dólares al año.
Hasta ayer, los trabajadores que cobraban servicios prestados a empresas extranjeras tenían un beneficio parcial: podían disponer libremente de hasta USD 36.000 anuales (equivalente a unos USD 3.000 mensuales). Todo ingreso que superara ese monto debía liquidarse en pesos al tipo de cambio oficial, como ocurre con las exportaciones de bienes y servicios de empresas.
Este límite incentivó durante años mecanismos alternativos, como el cobro en criptomonedas o en cuentas bancarias en el exterior, con el objetivo de esquivar el cepo y evitar la pérdida de valor al convertir dólares a pesos.
La flexibilización comenzó de manera gradual hasta que, en abril pasado, el BCRA levantó las restricciones cambiarias para personas físicas en la compra de divisas. La medida anunciada ahora completa ese proceso: si un particular puede comprar todos los dólares que desee en el mercado, ya no tiene sentido obligarlo a liquidar en pesos lo que cobra en moneda extranjera por su trabajo.
Principales cambios
La resolución del BCRA, presidido por Santiago Bausili, establece dos disposiciones centrales: Eliminación del límite de USD 36.000 anuales: desde ahora, todos los ingresos por exportación de servicios podrán acreditarse en cuentas locales en dólares sin obligación de liquidarse en pesos. y Prohibición de comisiones bancarias por acreditación de divisas: las entidades financieras ya no podrán cobrar cargos fijos o variables por recibir transferencias en dólares desde el exterior.
“Venimos trabajando con los bancos hace rato en la simplificación. Muchos cobraban cargos incluso por traer dinero desde una cuenta propia. Esas cosas ahuyentan fondeo del sistema. Por eso los eliminamos”, explicó Bausili al anunciar la medida.
Los bancos podrán aplicar costos por el mantenimiento de cuentas en dólares, pero no por la recepción de transferencias. La única excepción son los cargos de bancos intermediarios del exterior, siempre que estén documentados.
Repercusiones e impacto económico
La decisión genera un cambio de incentivos inmediato para miles de profesionales del sector tecnológico, creativo y de servicios globales, que ahora podrán repatriar sus ingresos sin penalización.
Para los trabajadores independientes y freelancers, implica un beneficio directo al poder acreditar dólares sin restricciones y usarlos en el sistema bancario local.
Para el sector financiero, supone una adaptación a nuevas reglas, ya que muchos bancos tenían una “política de comisiones compleja” que ahora queda sin efecto.
Para el Estado, representa una oportunidad de atraer divisas hoy captadas por circuitos informales, como las billeteras virtuales o cuentas externas, fortaleciendo el flujo de dólares en el sistema formal.
La medida también puede impactar en el mercado de criptomonedas, que durante años funcionó como vehículo de cobro para freelancers, ahora con menos incentivos frente a la bancarización sin trabas.
Hacia un esquema cambiario más abierto
La eliminación del límite de USD 36.000 marca un nuevo paso hacia la normalización del mercado de cambios, especialmente para individuos. No obstante, el contexto de tensión cambiaria obliga al BCRA a equilibrar señales: mientras avanza en la liberalización para personas físicas, mantiene controles selectivos sobre actores estratégicos, como los directivos de bancos y entidades financieras, a quienes en paralelo se les reinstaló la restricción cruzada para operar con dólares financieros.
De cara al futuro, el desafío será mantener la coherencia regulatoria y garantizar que estas medidas contribuyan tanto a la competitividad del sector exportador de servicios como a la estabilidad macroeconómica.
Fuente: Economis
