Cada 2 de diciembre se conmemora el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, una jornada impulsada por la ONU para reflexionar sobre las diversas formas de explotación humana que persisten a nivel global. Aunque la esclavitud tradicional fue oficialmente abolida en la mayoría de los países hace más de un siglo, organismos internacionales advierten que prácticas contemporáneas como la trata de personas, el trabajo forzoso, el matrimonio infantil y la servidumbre doméstica continúan afectando a millones de personas.
Según estimaciones recientes, más de 50 millones de personas en el mundo viven actualmente sometidas a algún tipo de esclavitud moderna. Las víctimas suelen ser mujeres, niñas y niños en situación de vulnerabilidad, sometidos a redes delictivas o a sistemas laborales que violan derechos básicos. La trata con fines de explotación sexual sigue siendo una de las expresiones más extendidas, junto al trabajo forzoso en sectores como la agricultura, la construcción y el servicio doméstico.
La fecha invita a los gobiernos, organizaciones y sociedad en general a reforzar las políticas de prevención, protección y justicia. También apunta a fomentar el acceso a la educación, la igualdad de oportunidades y la erradicación de las condiciones sociales que facilitan la explotación.
En Argentina, diversas instituciones mantienen programas de asistencia a víctimas de trata y campañas de concientización para promover la denuncia y visibilizar la problemática. La jornada recuerda que la abolición efectiva de la esclavitud es un desafío vigente y requiere un compromiso sostenido.
Fuente principal: Organización de las Naciones Unidas (ONU).
