• 24 octubre, 2025 06:46

Descubrimiento histórico en Río Negro: encontraron un huevo de dinosaurio de 70 millones de años

Oct 13, 2025 #Dinosaurio, #Huevo, #Patagonia

Un hallazgo histórico en la Patagonia: un científico del CONICET encontró un huevo de dinosaurio de 70 millones de años

El paleontólogo Nicolás Chimento lideró el descubrimiento en Río Negro junto a un equipo interdisciplinario del CONICET. El hallazgo, excepcional por su estado de conservación, podría revelar información inédita sobre el desarrollo embrionario de los dinosaurios del Cretácico tardío.

Un huevo que sobrevivió al tiempo

En medio del árido paisaje del sur rionegrino, un equipo de investigadores del CONICET logró un hallazgo excepcional: un huevo de dinosaurio fosilizado que permaneció enterrado durante 70 millones de años. La pieza fue encontrada durante una nueva campaña paleontológica encabezada por el paleontólogo Nicolás Chimento, doctor en Ciencias Naturales e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

“Fue un hallazgo impresionante. No todos los días aparece un huevo. Normalmente encontramos huesos, pero el huevo representa otra etapa, la del desarrollo, y eso aporta una información totalmente distinta”, explicó Chimento en diálogo con TN.

El descubrimiento tuvo lugar en un yacimiento que el equipo explora desde hace más de una década, en una zona de alto valor geológico y paleontológico. El terreno, caracterizado por la erosión constante del viento patagónico, expone nuevos fósiles cada año, permitiendo a los científicos continuar una línea de investigación iniciada hace más de veinte años.

“Cada temporada el suelo revela algo nuevo. La erosión es dura, pero para nosotros significa una oportunidad. Nos permite acceder a capas geológicas profundas sin necesidad de grandes excavaciones”, señaló el investigador.

Una campaña de largo aliento y trabajo colectivo

El hallazgo del huevo se enmarca en un programa de investigación sostenido por el CONICET desde hace más de trece años, que involucra a más de 20 profesionales, entre paleontólogos, biólogos y técnicos especializados.

“Este trabajo requiere paciencia y mucha precisión. Cada fósil extraído pasa por un protocolo estricto de documentación y análisis. Nada se improvisa, todo está planificado”, detalló Chimento.

El investigador, nacido en Dolores, recordó la emoción del momento en que el equipo descubrió la estructura ovalada entre las rocas: “Al principio parecía una piedra más, pero su textura y color eran distintos. Cuando confirmamos que era un huevo fosilizado, fue un momento indescriptible. Estás sosteniendo entre tus manos un fragmento de vida prehistórica”.

El equipo también halló en el sitio restos de pteranodontes, abelisaurios carnívoros y fósiles de peces e invertebrados, que aportan contexto sobre la diversidad biológica de la región durante el Cretácico. Estos materiales se conservan y estudian actualmente en el Laboratorio de Anatomía Comparada y Evolución de los Vertebrados (LACEV), dependiente del CONICET.

Un fósil que puede cambiar la comprensión del desarrollo embrionario

El huevo, perteneciente a un dinosaurio carnívoro, será sometido a estudios no invasivos para determinar si conserva en su interior restos embrionarios. “Vamos a realizar una tomografía médica de alta resolución. Esto nos permitirá observar el interior del fósil sin dañarlo”, explicó Chimento.

El análisis podría aportar datos inéditos sobre el desarrollo embrionario de los dinosaurios y las condiciones ambientales de la Patagonia hace millones de años. Según el investigador, las capas microscópicas del fósil pueden revelar si el embrión llegó a formarse, si sufrió descomposición o si las condiciones del entorno favorecieron su preservación.

“En cada detalle microscópico hay información sobre la vida del pasado: la temperatura, la humedad, la composición del suelo. Este hallazgo es una radiografía del ecosistema cretácico”, aseguró.

El hallazgo refuerza la hipótesis de que la región patagónica fue uno de los principales polos de nidificación de dinosaurios en Sudamérica, similar a los yacimientos de Auca Mahuevo, en Neuquén, donde en los años noventa se encontraron cientos de huevos fosilizados.

Ciencia argentina con proyección internacional

El proyecto es un ejemplo del trabajo sostenido del sistema científico argentino. “Sin el apoyo institucional del CONICET sería imposible mantener una búsqueda tan prolongada. Este tipo de resultados se logra con constancia, planificación y trabajo en equipo”, destacó Chimento.

El investigador subrayó el valor simbólico del hallazgo: “Cada fósil que encontramos nos conecta con algo profundo: la historia de la Tierra y de nuestra propia especie. Esto no es solo un trabajo científico; es también una forma de comprender quiénes somos”.

El equipo continuará trabajando en la zona durante los próximos meses con el El objetivo de ampliar el área de exploración y documentar nuevas evidencias. “La ilusión está intacta —dice Chimento—. Cada hallazgo nos impulsa a volver. Es como si el terreno todavía guardara secretos que no quiere revelar”.

Fuente: Economis

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